
Hoy inauguramos una nueva sección de entrevistas con distintos emprendedores.
En ésta oportunidad tenemos a un invitado muy especial Diego Brailo, Fundador de “Circo Reciclado”, donde fusiona “educación y circo” utilizando como lema: “Una forma divertida de cuidar el planeta”.
Circo Reciclado es una iniciativa que comenzó en el año 2012 y actualmente no para de crecer, reconocidos en Latinoamérica, Nueva Zelanda y España.
El equipo de Circo Reciclado está conformado por artistas circenses, docentes y ambientalistas. Una mezcla de arte y conciencia que se unen para generar un cambio positivo.
El impacto que ha hecho Diego en su vida y en los demás es algo muy inspirador, por eso te invito a leer esta entrevista; estoy seguro que te gustará y te inspirará para poder llevar a cabo lo que tú quieres lograr. Conectando tu lado más lúdico y espontáneo, con un emprendimiento que te haga feliz.
¿Cómo y por qué nació Circo Reciclado?
Circo Reciclado nació en Nueva Zelanda, en un viaje que estaba haciendo allá por 2011… La idea de abordar la temática ambiental a través del arte surgió en una playa paradisiaca poco concurrida, yo estaba solo y encontré una botella de plástico abandonada. Eso me hizo pensar en muchas cosas, lo primero fue preguntarme ¿“cómo llegó eso ahí?” y lo segundo “¿tengo qué hacer algo?”
Así nacieron las ganas de hablar de la urgencia ambiental que estamos viviendo, entender que tenemos que hacer algo para parar el consumo exagerado que estamos teniendo y empezar a devolverle a la Tierra todo lo que ella nos da día a día.
¿Hubo algún suceso que te llevó a tomar ésta decisión de seguir tu intuición, es decir, tu lado más lúdico, divertido y espontáneo?
Hace muchos años decidí empezar a viajar, esa fue la primera intuición que seguí… salir de la Ciudad para conectarme con algo más profundo, mi parte artística. Entonces entendí que estaba “alienado” en una ciudad donde todo va rápido y no hay tiempo que perder. La competencia es moneda corriente y, personalmente creo que es lo que nos hace infelices y nos estresa.
Cuando salí de la ciudad, conocí distintas comunidades, me di cuenta que el trabajo colaborativo, el trabajo en equipo es mucho más potente. Creo que las redes de trabajo y la cooperación son el futuro, y considero que entre todos todavía estamos a tiempo de salvar el Planeta.
¿Cómo conectas lo que hacés hoy, con tu juego de infancia?
Es una buena pregunta, cuando tenía 11 o 12 años aprendí a hacer malabares, aprendí por curiosidad, ya sabes, los chicos investigan todo y se cuestionan. Un día estaba en la cocina, jugando con naranjas me di cuenta que podía malabarear primero con una, después con dos y luego probé con tres.
Lamentablemente, ese juego lo abandone y pasaron los años. Cuando tenía 22 empecé mi gran viaje y entonces recordé a ese niño que fui y sabía que en algún lugar guardado estaba ese conocimiento. Entonces retome el oficio malabarístico y, ya de manera más profesional, empecé a dedicarme al circo y entrenar mucho. Hoy, con 35 años, es la herramienta lúdica que más utilizo.
¿Cuáles han sido tus aciertos y errores como emprendedor?
Una vez me dijeron “toda experiencia es un ÉXITO” … No creo que haya errores al emprender. Me parece que si estás abierto a la escucha y al diálogo todos son aciertos.
Si es cierto que los emprendimientos tienen etapas de maduración y está buenísimo respetarlas y saber en qué “escalón de la escalera” estás subido… Creo que está bueno transitar, aprender y crecer paso a paso para que “el fueguito”, ese proyecto chiquito con el que empiezas, vaya creciendo y se convierta en fogón.
¿Cómo haces para incentivar tus juegos en paralelo con la era digital?
Hago circo y animaciones, eso me da la cuota lúdica que necesito para mantenerme niño ja, ja, ja.
No miro TV, casi no miro SERIES… Me gusta ver pelis de vez en cuando.
Creo que el uso racional de la tecnología es fundamental para mantener tu cabeza sana. Prefiero salir al teatro a ver varietes, ver obras en vivo, transmite más que una pantalla de led.
¿Qué le dirías a aquellos que tienen una idea y todavía no se animan a llevarla a cabo?
Les diría que la vida pasa volando y tenemos que aprovecharla. Creo que la clave está en encontrar eso que te llene el alma, eso que te hace fluir y que hace que sientas que lo que estás haciendo no es trabajo.
Creo que las ideas son más fáciles de llevar a cabo cuando se comparten, hay que perder el miedo a que “te roben una buena idea”… Si no lo haces vos, alguien lo va a hacer.
¿Qué enseñanza te han dejado los niños en el cuidado del el planeta?
Los niños te enseñan muchas cosas, es super lindo sentarse y hablar un rato sobre lo que creen que es el ambiente y los cuidados que tenemos que tener. Ellos entienden fácilmente el sentido común de preservar la vida, es fácil que valoren y vean lo mas lindo en la naturaleza, en los animales y quieran cuidarlos.
Las reflexiones luego de un show de Circo Reciclado o un taller son ¡geniales! Nosotros planteamos la problemática ambiental y ellos lo entienden enseguida, saben perfectamente lo que tenemos que hacer para cuidar nuestro Planeta.
Creo que el desafío más grande está en los adultos, trabajar con ellos, romper la resistencia y lograr cambios de hábitos en los adultos es el gran logro.
¿Cómo resolvés la pedagogía de las clases con los nativos digitales?
Es un desafío enorme digo, convencer a un niño que una bolsa y un montón de tapitas pueden ser un buen juguete, no es fácil. Depende mucho de cómo lo presentes. Nosotros, desde Circo Reciclado, valoramos los materiales, le ponemos mucha pasión e interés a cómo fue elaborado, de dónde vino, cómo llegó a nuestras manos. Creo que contar “la historia de las cosas” es una buena estrategia y engancha mucho. No es lo mismo ver un tutorial de YouTube a que alguien te lo cuente en vivo y te muestre ejemplos que podes explorar, tocar y curiosear.
Durante los talleres y clases que proponemos estamos “desenchufados”, es decir, es un momento para conectarnos con las miradas, con la escucha y con el diálogo. Creo que a los chicos eso lo agradecen mucho, en los tiempos que corren donde por cualquier cosa les encajan el “chupete electrónico” nosotros redoblamos la apuesta teniendo más escucha y atención a las necesidades individuales de cada niño y más amor.
Muy buenoooo!!! Gracias!!
Un Placer; que bueno es conocer la historia de “Circo reciclado”, y su aporte desde el juego teatral!